lunes, 26 de febrero de 2007

Interpol contra el Crimen Organizado

A lo largo del tiempo y, sobre todo, por la ayuda inestimable del séptimo arte, los agentes pertenecientes a la Organización Internacional de Policía Criminal, más conocida como Interpol, que forja su acrónimo, precisamente, del inglés, Internacional Criminal Police Organization, han sido hombres de la ley cuyo principal fin ha sido perseguir a malhechores por cualquier parte del mundo, desde los países más cercanos hasta los más exóticos y hacer cumplir la ley internacional más allá de las propias normas vigentes del propio estado donde pudiera residir el pertinente criminal.

Y es que estos incansables y aguerridos hombres de la ley parecen traspasar y tener competencias más allá de las fronteras de muchos países, con el único principio universal de no dar coartada al criminal y poder ser arrestado en cualquier lugar del planeta. Esto es, al menos, lo que se desprende, mayormente, de la ficción. Veamos, pues, qué hay de cierto en la realidad.

Lo cierto es que la Interpol es una Organización Internacional, como explicábamos anteriormente, creada en el año 1923 con el fin de aglutinar a las diferentes policías de distintos países y mejorar la cooperación con el objetivo de asegurar un mayor éxito en materia criminal. Pero la idea de crear un órgano internacional que sobrepase las fronteras, para detener a los delincuentes, nace en Mónaco en el año 1914 con la congregación de varios representantes de las policías de varios países europeos. Por lo tanto, nos encontramos ante una Organización Intergubernamental de ámbito global, pues sus socios son los diferentes estados adheridos a dicha Organización.

La Interpol es la tercera organización internacional más grande del mundo, estando por detrás de Naciones Unidas y la FIFA (Fédération Internationale de Football Association), contando actualmente con 186 países miembros, entre ellos España, y financiada, naturalmente, por los estados miembros y percibiendo

unos 47,1 millones de euros al año. En comparación con la Europol (European Police Office), otro órgano internacional de este estilo pero de ámbito más acotado, siendo regional, el cuál obtiene unos 63,4 millones de euros en forma de contribución de los diferentes estados europeos que lo comprenden. Una incongruencia que debiera ser subsanada en el futuro aumentando las ayudas económicas a la Interpol para desarrollar su actividad más eficazmente.

Tras la Segunda Guerra Mundial la sede de la Interpol se estableció en Saint-Cloud, una localidad cerca de París, para más tarde, y hasta la actualidad, trasladarse a Lyon.

El actual presidente de esta Organización Internacional contra el Crimen Organizado es Jackie Selebi, quién es, a su vez, director del servicio de policía de Sudáfrica. El secretario general es Ronald K. Noble desde que en 1999 le fuera encomendado dicho cargo, habiendo estado, anteriormente, como jefe de personal de la División Criminal del Departamento de Justicia de EEUU y, recientemente, ocupando un cargo en el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, siendo el primer no europeo en ostentarlo.

Debido al papel neutro que debe jugar la Interpol no se la permite actuar a ésta si el crimen no afecta a varios países y, además, está relacionado con temas de seguridad pública, terrorismo, crimen organizado, tráfico de drogas, tráfico de armas y tráfico de personas.

La estructura interna de la Interpol cuenta con tres pilares fundamentales que sustentan dicha Organización. El primero de todos ellos es la Asamblea General, el cual es el órgano supremo de decisión y representación formado por delegados de los estados miembros. Normalmente se reúnen una vez al año pudiéndose congregarse de nuevo con carácter extraordinario si así lo solicita el Comité Ejecutivo. En esta Asamblea se toman importantes decisiones respecto a cooperación policial entre los países miembros, recursos,

métodos de trabajo, finanzas, y programas y actividades que lleven a buen puerto las acciones emprendidas por esta Organización. Las resoluciones debatidas, anteriormente, por los miembros de la Asamblea (cuentan con un voto cada uno) se llevan a efecto por mayoría simple.

El segunda pilar de esta Organización contra el Crimen Organizado es el Comité Ejecutivo o General, el cual es el órgano de gobierno de la organización. Dicho Comité está formado por 13 miembros elegidos por la Asamblea General, de los cuales son un presidente, tres vicepresidentes y nueve vocales. El presidente, quien también lo es de la Asamblea General, es elegido por un período de cuatro años y sus competencias están en presidir las reuniones de la Asamblea General y del Comité Ejecutivo, velando siempre por el cumplimiento de las decisiones de la Asamblea General, ejerciendo, cuando así sea necesario, los poderes delegados de la Asamblea General, preparar las reuniones de la Asamblea y someter a debate los programas y proyectos de actuación y, por último, controlar la gestión de la Secretaría General.

Como tercer pilar de esta estructura interna, que sustenta la Interpol, estaría la Secretaría General. Éste es el órgano ejecutivo elegido por la Asamblea General por un período válido de cinco años. La Secretaría funciona ininterrumpidamente durante 24 horas al día 365 días al año. Este órgano lo comprenden más de 80 países que trabajan codo con codo en alguna de las cuatro lenguas oficiales de la Organización (Árabe, Inglés, Francés y Español). La Secretaría está ubicada en Lyon (Francia) pero cuenta, además, con seis oficinas regionales situadas en Argentina, Costa de Marfil, El Salvador, Kenia, Tailandia y Zimbabwe y, todas ellas, enlazadas o unidas a una oficina en Naciones Unidas en Nueva York.

La Secretaría General se estructura en cuatro divisiones para el cumplimiento de sus funciones. Estas subestructuras son la asamblea general, asuntos criminales, documentación general y estudios, y apoyo técnico. Las funciones encomendadas para la Secretaría General serían la de ejecutar los acuerdos de la Asamblea General y el Comité Ejecutivo, actuar como centro internacional de lucha contra la delincuencia, búsqueda y captura internacional, centro técnico de información de las oficinas nacionales, organizar y ejecutar los trabajos de secretaría en las reuniones de la Asamblea General y del Comité Ejecutivo, y preparar publicaciones.

En 2005 la Secretaría General tenía un personal de 502 trabajadores representando a 78 países miembros. El 42% de este personal lo formaban mujeres.

Adicionalmente, estos tres pilares comentados cuentan con dos arbotantes que harían resultar más eficaz la construcción. El primero de los dos es la Oficina Central Nacional la cual reside en cada país miembro y siempre sujeta a las leyes nacionales de ese estado. La NCB (Nacional Central Bureaus) está designada como punto de contacto para la Secretaría General, las oficinas regionales y para los otros países miembros que requieran asistencia para investigar, localizar y arrestar al criminal fugitivo.

La segunda sujeción estaría formado por los Asesores, quienes son expertos en una asesoría totalmente consultiva. Ellos son designados por el Comité Ejecutivo y confirmados por la Asamblea General.

La Interpol es una Organización Intergubernamental que ha visto como sus éxitos más memorables han sido los dados en la gran pantalla (Misión Imposible, Lupin III, Johnny English…) más que en la vida real, por la dificultad de atravesar las diferentes competencias y jurisdicciones de los países miembros.
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