Sony dará a luz en Europa una PS3 muy mermada

El Viejo Continente se congratulará de recibir, en sus majestuosas y extensas tierras, el 23 de marzo la nueva criatura de Sony con la que intentará dar un golpe de efecto en el sector lúdico de las videoconsolas. Así, la compañía electrónica japonesa, una de las más importantes en este ámbito, presentará, tarde y mal, su tercera generación de PlayStation.

Si segundas partes nunca fueron buenas imagínense una tercera. Esta nueva versión actualizada de la estación de juego por excelencia ya anda, actualmente, experimentando las desavenencias de un mercado que la está dando la espalda, como era de esperar.

Sony Computer se arriesgó al optar por no hacer un desembarco mundial de su nueva máquina, simultáneamente, en todo el Globo. Lo hizo, como es habitual sólo y exclusivamente en ella, maltratando a los europeos, los siempre perjudicados por cualquier chisme tecnológico que se precie. Las razones esgrimidas por la multinacional japonesa eran bien sabidas y conocidas: su producción no era lo bastante extensa como para satisfacer a los mercados nipón y estadounidense. Europa, pagaría una vez más, la incompetencia de Sony.

No con gusto, Sony Corporation obsequiará a la jaulía de enfervorecidos y fanáticos incondicionales de la marca PlayStation, los bien conocidos sonyers, con una nueva remesa de consolas menos retrocompatibles con la antecesora PlayStation2. De esta forma, la versión europea de la videoconsola emulará o, al menos lo intentará, por software mientras que las heterónimas japonesa y estadounidense gozarán de una mayor compatibilidad con títulos pasados al disponer de un hardware especialmente orientado a ello.

El diseño que acompañará a esta antigua joya de la corona, en lo que a ventas precedentes se refiere, será diferente a sus hermanas biológicas, que no gemelas, por haber sido paridas en diferente fecha.

Todos estos regalos con los que Sony quiere premiar la fidelidad del mercado europeo vienen empeñadas por la situación de reducir los costes de fabricación de la cara consola. Y es que la multinacional japonesa pierde dinero con cada venta. Aún así, más guita seguirá malogrando si piensa que puede colocar un producto zafio y que nada aporta a lo que ya hay, hoy por hoy, in situ en el mercado por la descalofriante cifra de 600 euros.

De cualquier forma, esta nueva consola, de la recién acuñada época next-gen, aflorará el próximo 23 de marzo en Europa muerta sucumbiendo a los modelos exitosos de Micro$oft y Nintendo, XBOX 360 y Wii, respectivamente. Así es la vida y por bien de este sector, que tanta pasta mueve al año, ya era hora de que corriera aire nuevo.