viernes, 23 de febrero de 2007

Supergarcía ataca de nuevo

El pasado miércoles 21 de febrero TVE1, la televisión que pagamos todos, decidió no emitir la entrevista que Jesús Quintero había realizado al agitador de las ondas, José María García, por considerar que había improperios e insultos en ella.

La polémica no ha hecho más que avivarse y, ahora, uno de los aludidos, Florentino Pérez, ex vicepresidente del Real Madrid y por siempre magnate del ladrillo, ha decidido demandar al Butano por sus declaraciones.

En la entrevista, el bravo Supergarcía no deja títere con cabeza y regala lindezas, a diestro y siniestro, con una claridad, aseveración y alegación pasmosa que no deja impasible a nada ni a nadie.

Con la transparencia, franqueza, sinceridad e imparcialidad que siempre le ha caracterizado durante su vida profesional, y que ha dado forja a ese carácter indomable e inconformista García ataca, también, al ex presidente José María Aznar por ser el mayor censurador de este país y por su mal juego dentro de los Mass-Media. También, el ex periodista deportivo metido en política, asegura que el propio Aznar echó abajo la inciativa de García de crear un Medio imparcial que hiciera frente de una forma eficiente al Imperio del Monopolio.

La entrevista fue calificada por el propio entrevistado como durísima, y el propio José María García ya vaticinó como prueba de libertad el que la propia grabación fuera transmitida a la audiencia por la primera de las cadenas públicas que, tan religiosamente, pagamos todos los españoles.

El acto de no emitir la entrevista realizada por El Loco de la Colina, quien comunicó con gran tristeza al propio García la decisión tomada por los dirigentes de la cadena, exige un análisis por parte de los propios responsables de TVE1 por la tan desacertada censura acometida contra el mejor profesional en materia periodística y de comunicación que ha dado a luz este país.

Una cadena que es vilmente vilipendiada por los intereses políticos pero subvencionada, por los impuestos de la mayoría de los españoles, no puede permitirse el lujo de anteponer réditos y disposiciones privadas y oscuras de unos cuantos privilegiados al interés de información y comunicación, ya sean hechos u opiniones, por mucho que se discrepe de ellas o hagan daño a los intocables del poder político y económico de España.

Los máximos dirigentes de TVE1 han atentado contra el derecho de los españoles de ser informados y, si alguien pensaba que los informativos de Alfredo Urdaci eran el culmen de los exponentes como ejemplo de manipulación y censura, La Primera puede estar contenta de haber escrito un nuevo hito en lo que adulteración en materia periodística se refiere.

Si alguien ha de decidir lo que es o no es insulto en este país son los jueces y los tribunales, los demás quedan descartados para tales tareas a no ser que quieran traer de nuevo los viejos hábitos del régimen franquista.

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